BACK TO PERU
Debido a una serie de factores muy personales, el rock peruano me interesa muchísimo desde hace años, en especial con el desarrollado en los sesenta y setentas, como que uno se queda con la pregunta sobre qué es lo que pudo pasar para que esa gran racha de furor y calidad no haya tenido la continuidad de la que se esperaba.
Hoy en día es harto difícil encontrar material sonoro de los grupos y cantantes de esa época, este blogger siempre se ha topado con no pocos óbices al dar con un disco, sufriendo pero gozando con Los Saicos, Pax, Los Shains, Los Belkings, Traffic Sound; conformándome con escuchar inolvidables y canábicos “retazos” de Telegraph Avenue, Los Mad´s (temón el “The Last Time”), Tarkus, etc.
Estoy convencido de que siempre hay que colaborar, al menos con un gramito de arena, en la difusión de toda producción que dé cuenta de los años maravillosos del rock peruano, el cual llegó a ser, sin lugar a dudas, el mejor de toda Latinoamérica.
Hace meses un amigo me comentó de la existencia de un muy buen disco de vinilo compilatorio de esos años, el cual es una muy buena introducción que ofrece ideas clarísimas de la contundente poética musical de aquellos para quienes el rock no era más que un genuino estilo de vida, que demostraban en el gusto de lo que hacían el mayor reconocimiento que podían llegar a anhelar.
BACK TO PERU (THE MOST COMPLETE COMPILATION OF PERUVIAN UNDERGROUND 64-74) es una puerta abierta a los famosos conciertos dominicales que se llevaban a cabo en cines y a las fiestas interminables bañadas en gaseosas luces de neón. Treinta y cinco canciones, una por grupo, que nos brindan un gran fresco de los excesos de los cincuentones y sesentones de hoy, quienes dejaban de lado las bulleras diferencias ideológicas en pos de un existencial anarquismo aromatizado por el sexo, la amistad y el amor, con muchísimo sabor a cerveza y hierbita, al compás del, por ejemplo, “Abrázame Baby” de Los York´s.
BTP vio la luz en el 2002, es una producción que existe gracias al sello Vampi Soul, e imagino el gran esfuerzo de sus responsables durante el proceso de edición, porque si algo me es irrefutable es la chambaza que demanda reunir en un disco de vinilo los temas más representativos de esos conjuntos, lo cual equivale a un largo y provechoso viaje por el túnel del tiempo, en el que se ha sabido escoger bien, puesto que resalta la ausencia de lo que se conoce como “hueso”. En BTP hay harta carne, y de la buena.
Por lo dicho, puede pensarse que BTP es para coleccionistas, para infatigables melómanos que gozan del sonido de la “canchita” que produce la aguja de la alta fidelidad. Sin embargo, también circula la versión con dos cd´s, la cual puede conseguirse vía Amazon (vaya novedad), aunque les recomiendo que vayan donde un viejo tiburón, que para bien jura que los años no han pasado de 1975, a quien pueden ubicar en La Caverna Beat (Jr. Quilca 294).
Ninguna compilación es perfecta, ni siquiera una tan extraordinaria como esta. Qué paja hubiera quedado si se incluía dos temas en algunos grupos, tal y como ocurre con Traffic Sound y la faltante “Chicama Way”, pero no importa, siempre será un placer sentir en el rostro los anaranjados y tibios rayos solares mañaneros bajo la custodia de “Meshkalina”.
Imagen, BACK TO PERU
(Detallito: La portada de BTP es precisa, jóvenes del ayer atentos, ávidos, “solapadamente” hormonales y distraídos en la sala de un cine; si graban la imagen, con el zoom pueden ubicar, entre otros, al pintor Ramiro Llona.)
Hoy en día es harto difícil encontrar material sonoro de los grupos y cantantes de esa época, este blogger siempre se ha topado con no pocos óbices al dar con un disco, sufriendo pero gozando con Los Saicos, Pax, Los Shains, Los Belkings, Traffic Sound; conformándome con escuchar inolvidables y canábicos “retazos” de Telegraph Avenue, Los Mad´s (temón el “The Last Time”), Tarkus, etc.
Estoy convencido de que siempre hay que colaborar, al menos con un gramito de arena, en la difusión de toda producción que dé cuenta de los años maravillosos del rock peruano, el cual llegó a ser, sin lugar a dudas, el mejor de toda Latinoamérica.
Hace meses un amigo me comentó de la existencia de un muy buen disco de vinilo compilatorio de esos años, el cual es una muy buena introducción que ofrece ideas clarísimas de la contundente poética musical de aquellos para quienes el rock no era más que un genuino estilo de vida, que demostraban en el gusto de lo que hacían el mayor reconocimiento que podían llegar a anhelar.
BACK TO PERU (THE MOST COMPLETE COMPILATION OF PERUVIAN UNDERGROUND 64-74) es una puerta abierta a los famosos conciertos dominicales que se llevaban a cabo en cines y a las fiestas interminables bañadas en gaseosas luces de neón. Treinta y cinco canciones, una por grupo, que nos brindan un gran fresco de los excesos de los cincuentones y sesentones de hoy, quienes dejaban de lado las bulleras diferencias ideológicas en pos de un existencial anarquismo aromatizado por el sexo, la amistad y el amor, con muchísimo sabor a cerveza y hierbita, al compás del, por ejemplo, “Abrázame Baby” de Los York´s.
BTP vio la luz en el 2002, es una producción que existe gracias al sello Vampi Soul, e imagino el gran esfuerzo de sus responsables durante el proceso de edición, porque si algo me es irrefutable es la chambaza que demanda reunir en un disco de vinilo los temas más representativos de esos conjuntos, lo cual equivale a un largo y provechoso viaje por el túnel del tiempo, en el que se ha sabido escoger bien, puesto que resalta la ausencia de lo que se conoce como “hueso”. En BTP hay harta carne, y de la buena.
Por lo dicho, puede pensarse que BTP es para coleccionistas, para infatigables melómanos que gozan del sonido de la “canchita” que produce la aguja de la alta fidelidad. Sin embargo, también circula la versión con dos cd´s, la cual puede conseguirse vía Amazon (vaya novedad), aunque les recomiendo que vayan donde un viejo tiburón, que para bien jura que los años no han pasado de 1975, a quien pueden ubicar en La Caverna Beat (Jr. Quilca 294).
Ninguna compilación es perfecta, ni siquiera una tan extraordinaria como esta. Qué paja hubiera quedado si se incluía dos temas en algunos grupos, tal y como ocurre con Traffic Sound y la faltante “Chicama Way”, pero no importa, siempre será un placer sentir en el rostro los anaranjados y tibios rayos solares mañaneros bajo la custodia de “Meshkalina”.
Imagen, BACK TO PERU
(Detallito: La portada de BTP es precisa, jóvenes del ayer atentos, ávidos, “solapadamente” hormonales y distraídos en la sala de un cine; si graban la imagen, con el zoom pueden ubicar, entre otros, al pintor Ramiro Llona.)
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