sábado, abril 10, 2010

Los Saicos - 45 años después


En el blog Por la ruta del beatnik encuentro una detallada crónica de Renzo Sánchez sobre la última sesión del ciclo El rock en Latinoamérica, el cual se desarrolló todos los viernes de marzo en el Centro Cultural Británico.
Lo de sesión es un eufemismo, puesto que fue un concierto que reunió a los músicos de la primera escena del rock peruano, donde pudo escucharse, después de 45 años, a Los Saicos.
En lo personal, lamento mucho no haber asistido a las charlas, motivos de fuerza mayor me lo impidieron; sin embargo, sí me consta (con pruebas) el impacto que tuvo el ciclo, de sus llenos totales, de lo apoteósico que fue.
El evento fue ideado por el productor André Tapia, el músico Christian Van Lacke y el escritor Carlos Torres Rotondo.
Pero seamos justos, esos cuatro viernes de gloria musical y canábica fueron generosidad de DEMOLER, la biblia del rock peruano.

...

Ver a Los Saicos en vivo el pasado viernes 26 de marzo en el Británico de Miraflores ha sido la experiencia musical más grande mi vida, tan intensa fue la carga emocional que aquella vivencia personal de ver a los Rolling Stones en Buenos Aires ha sido desplazada a un segundo plano.
Todo comenzó el dia anterior ( el 25), cuando el ilustre saicolega Héctor Chávez, videomaker del documental Saicomanía me pasa el dato a través de mi cuenta de facebook; "que Erwin Flores estaría llegando a Lima para participar en la última fecha del Ciclo de Rock Latinoamericano y que probablemente" - así en condicional -"Los Saicos harían una presentación sorpresa".
Si Héctor hubiera visto mi reacción delante del computador se habría cagado de risa en el acto, yo me quedé con la boca abierta, hecho una pieza de marmol y simplemente no lo podía creer. Cuando reaccioné tuve que emplazarlo para que me diga si se trataba de alguna pendejada de chicos, "por dios, no jodas tio, hablas en serio?", Los Saicos en vivo después de cuatro décadas!, esto es un acontecimiento que va a tener un rebote internacional sin precedentes y que necesita cobertura de la prensa.
Pensaba, esto no puede quedar como un simple acontecimiento que queda caleta, el rock nacional, principlamente en su etapa fundacional, lamentablemente carece de vestigios audiovisuales y no tenía por qué repetirse esa incongruencia en éstos tiempos.
Sin embargo, pensando en el limitado aforo del local, quise hacer la consulta con Andrés Tapia antes de cometer una infidencia. Me responde que no sabía nada del tema e incluso me preguntó que ¿quién me había pasado ese dato?, yo solo tuve que decirle que habia sido una muy buena fuente, nada más.
El buen Andrés dijo que sería mejor no aseverar nada, ni publicar nada ya que el recinto tenía capacidad limitada para apenas 150 personas, aspecto en lo que ambos estabamos de acuerdo. Asi que no divulgué nada. Resuelto el dilema, solo atiné a decirle que por siaca se consiga una buena cámara de vídeo para tener un excelente registro de éste acontencimiento histórico. Por su parte, Héctor Chávez ya había enviado a un emisario para capturar las últimas imágenes que le servirán para culminar la edición de su esperado documental.
ARRIBO, 6:40 PM, PERUANO BRITANICO DE MIRALORES:
Había llegado temprano, pero me detuve a fumar un cigarrillo en el malecón de Bajada Balta, tiro el pucho, entro al recinto y noto que había mucho movimiento, salgo hacia la calle posterior para hacer mi respectiva cola y resulta que ésta había sobrepasado todas las expectativas, me sorprendió encontrar gente de la fila que hablaban de la presentación de Los Saicos, pero ¿y cómo se enteraron? pues simple, por otras fuentes que habían dispersado el dato entre sus patas, no cabe duda que radio bemba nunca falla.
La cola estaba demasiado larga, y sin duda, los de seguridad van a tener que controlarla e incluso cortarla, probablemente inviten a los últimos a retirarse, y asi fue, pero jamás pensé que yo estaría entre esos rezagados, "puta mare, ni cagando me voy, yo debo estar adentro!", me aferré en la cola tomando el lugar de los que habían tirado la toalla y me la jugué. Tuve que hacerme el loco delante del vigilante, después, casi en la puerta se armó un tumulto, pero yo seguí mi paso, la chica de la coordinación me detiene para preguntarme "su ticket señor?" y tuve que aplicar un chaplineo corto pero contundente: "señorita soy blogger, soy un medio de comunicación" y para sorpresa mía me responde con un educado "pase usted señor" - y entonces, heme adentro.
LA PREVIA:
Lo primero que hice al entrar fue divisar a Erwin Flores, y ahi estaba, sentado con el Papi Castrillón y Pancho Guevara, carajo era cierto y creo que Andrés ya lo sabía, me encuentro con algunos patas, voy a saludar a Julius "Ñaka" Almeida, quien estaba con la pierna enyesada, el hombre sabía de la presentación de Los Saicos desde dias atrás porque sus patas de La Ira De Dios le habían pasado la voz.
Como se sabe desde hacía buenos meses atrás que integrantes de La Ira de Dios venían ensayando ocasionalmente con los miembros sobrevivientes de Los Saicos, sabíamos que algo se traían entre manos y solo era cuestión de esperar la ocasión idónea para romper el mito, pues qué mejor que ésta fecha, en el cierre musical del Ciclo de Rock Latinoamericano 60s 70s.
Mientras yo conversaba con el "Ñaka", repentinamente fueron apareciendo El Chino Burga de La Ira, Marcos Coiffman de Reino Ermitaño y a los pocos segundos Erwin Flores, quien andaba inquieto y nervioso por todas partes, el saico se acerca al grupo para hablar con el Chino y saluda a los demás, después, sale del auditorio y vuelve a entrar por la misma puerta, nos ve, se acerca otra vez, pero de su celular suena una jodida salsa que no cesa, alguien le pasa la voz "Erwin tu celular!" y éste saca de su pantalón un blackberry que putea con gracia: "ah! era esta huevada, no sé como mierda funciona ésto, puta madre", se desatan carcajadas entre los que estabamos cerca. Luego se va va raudo a ocupar su asiento en las primeras filas.
EL SHOW:
Christian Van Lacke, guitarrista de Tlön y productor del cierre musical aparece en el estrado, da la bienvenida a los asistentes empuñando una guitarra y toca una alegoría bluesera con rasgos psicodélicos, segundos después lo acompaña el bluesero venezolano Jairo Zuleta con una armónica. Al rato, aparece el gran Pico Egoaguirre quien hace gala de un talento y una destreza violera sin igual, el ensamble de blues que logran los tres despierta los primeros aplausos en la sala. Como bien diría mi amigo Javier Lishner, Pico Ego Aguirre es el Ritchie Blackmore peruano aunque yo agregaría que Ritchie Blackmore es el Pico Egoaguirre Inglés, simplemente el gran Pico, se pasó de vueltas.
Acto seguido, Van Lacke llama a sus compañeros de Tlön y anuncia que tocarán "Tempestad" un tema del emblemático album de Tarkus rindiéndose de ésta manera un significativo tributo al autor de la canción, Darío Gianella, cuya foto aparece en el ecran. Walo Carrillo (bateria) apodado "el procer" del rock nacional y Marcos Coiffman (bajo), "el pesado", impecables en sus ejecuciones.
Luego de unos minutos, aparece Veronik, representante de ésta generación quien viene ocupando un lugar en la escena actual por ser quizás la única artista que utiliza el theremyn para crear música. Hace un contrapunto de voces con Van Lacke y mientras el guitarrista se despacha con sus punteos y rasgueos reverberados, Veronik manipula el aparato con sus manos sacándole ruidos extraños a su juguete importado de "Júpiter".
Le toca el turno a Daniel F, quien se manda un rollo jocoso al dar a conocer que se encontraba nervioso e intimidado ante tantos gigantes de la música y que su único propósito de estar ahi era por que quería ver a Los Saicos. El trovador de Mirones intepreta "El Tema de Pototo" de Almendra y "El Oso" de Moris con ese estilo que ya todos conocemos. Sigue el hilo internacional con un combo compuesto por músicos de diferentes bandas, entre ellos Chachi Luján, Christian Van Lacke, Alex Rojas, entre otros quienes tocan "Canción Para Una Niña Triste" de la banda boliviana Wara y "Para Hacer Música" de la banda uruguaya Montevideo Blues, ambas performances estuvieron increiblemente buenisssimas.
Le ceden la posta a Chachi Lujan y Walo Carrillo representando a Telegraph Avenue quienes acompañados por el gran Octavio Castillo de Frágil y Christian Van Lacke ejecutan una inédita de la banda,"Cuky"*, compuesta por Lujan en 1974 y que sorprendentemente no fue publicado en disco alguno. Vaya anécdota, al menos el buen Chachi logró quitarse esa espina, ojalá la grabe y sea publicada como bonus track en una próxima reedición del Telegraph Avenue II.
A partir de aqui, la cosa se pone más emocionante, le toca el turno a la saga establecida por los hermanos Saúl y Manuel Cornejo, los acompaña Eddy Zarauz y Alex Abad hasta entonces, el supuesto cierre del ciclo. Saúl Cornejo algo nervioso, disipa sus emociones hablando con el público y corrigiendo el sonido del amplificador, mientras aparece en el fondo una foto gigante de New Juggler Sound en el ecran, el público aplaude y se emociona. Abren el show con "Trouble Child" y de ésta manera mi transporte imaginario en el tiempo se traslada hasta 1969 con la emoción a tope de verlos en vivo por primera vez.
Siguen con "Glue" una canción fundamental de Laghonia y finalmente, llaman a Félix Varvarande para que toque el piano, la canción escogida es "Lo Más Grande Que Existe En El Amor" single que We All Together publicara en 1974, un conmovedor homenaje para ese ser entrañable que siempre nos ofreció lo mejor de sí, Ernesto Samamé, "quesito".
LOS SAICOS EN VIVO, 45 AÑOS DESPUES
Estoy nervioso con mi cámara prendida, deambulo por los pasillos de aqui y de allá, veo caras de expectativas, caras de felicidad y mucha ansiedad, Christian Van Lacke vuelve al microfono y ensaya un speech anunciando la gran sorpresa de la noche, el cierre de platino con los legendarios Saicos, por dios, qué acontecimiento tan increíble. La ovación se desata y los aplausos son interminables, suben al estrado los tres saicos sobrevivientes acompañados por el Chino Burga (guitarra) y Carlos Vidal (bajo) de La Ira de Dios, Pacho Guevara se sienta en su batería y Papi Castrillón se encuentra al lado de Erwin Flores en las voces.
Flores, saluda al público y dice que van a empezar con la canción que abrían siempre sus presentaciones en las matinales y la televisión. Pide ajuste técnico para la reverberación de las voces y acto seguido, cometen el sacrilegio de romper el mito con la tétrica "Cementerio". Pero qué manera de empezar, luego de 45 largos años de silencio, se produce una trangresión emocional que por ahora no se manifiesta pues los asistentes hacen lo posible por contener la cordura y el orden sentados en sus sillas.
Minutos después se produce un mano a mano de bromas entre Papi y Erwin y éstos a su vez, interactúan con los presentes desatándose risas. En seguida, tocan la frenética "Camisa de Fuerza", pero les sale una versión corta, el Chino Burga se emocionó y terminó la canción antes de tiempo, pero al instante subsanan el chispoteo repetiéndola una vez más, pero antes, Erwin Flores conmemora y dedica ésta performance al chino Rolando Carpio, el único saico que partió a mejor vida hace ya cinco años. Su espiritu pareciera haberse reencarnado en Burga pues el guitarrista de la Ira estuvo bravo en sus ejecuciones.
La siguiente canción es "Ana", Erwin se hace a un lado y le cede la posta a Papi Castrillón quien demuestra que aún conserva un registro de voz espectacular a pesar del paso de los años.
El entusiasmo crecía conforme pasaban los minutos, lo que viene ahora es "El Entierro De Los Gatos", carajo!, "esto ya es demasiado" - me hablaba a mi mismo- "me van a matar de un paro cardíaco", pero sigo con lo mío, me ubico en un mejor lugar para tomar fotos, tocan la canción tan igual a como suena en la grabación clásica, el Chino Burga está al borde de la locura, grita desaforadamente, estoy tomando fotos, pero canto con ellos, mientras Erwin se desvive entre movimientos de cadera y gritos, por su parte, Pancho Guevara demuestra que es el único que puede tocar la bateria como un troglodita.
Las luces se prenden, no puede ser, no nos van a cortar el show de Los Saicos solo porque se habían pasado algunos minutos de lo acordado en la separación del recinto, los organizadores probablemente hablaron con los encargados del Britanico para explicarles que se trataba de un acontecimiento que va a dar la vuelta al mundo y que justamente faltaba interpretar la canción emblemática de los cuatro de Lince, ya saben cual, sí señor, esa misma: "Demolición!".
En ese instante, el público perdió el control, se levanta de sus sillas, los fotógrafos se desplazan todos hacia adelante, se arma un chongo, agitación por todas partes, la gente canta, grita y corea "tatatata ya ya ya....echemos abajo la estación del tren...." todo estamos en trance, mientras otros simplemente estaban absortos, catatónicos, con la boca abierta, sin reacción, quizás alucinando que se trataba de un sueño de opio y que era improbable asimilarlo como parte de la realidad.
Me costaba creer que la estaba escuchando en vivo, el Chino Burga estaba tan freakie que quizás hubiera terminado el show con una camisa de fuerza directo al Larco Herrera, Erwin Flores cantaba eufórico y quizás se olvidó que tenía 65 años y regresionó a sus 17 entregado al frenesí y moviendo las caderas como si estuviera en una matinal del cine Tauro. Papi Castrillón quizás sea el hombre que domina mejor sus emociones, pero también canta eufórico y hace gestos, mientras que Pancho Guevara está al borde de romper los parches de los tambores. Qué insanía.
Que tal final, el público se lanza a saludar, los músicos que habían participado antes también entran al estrado a felicitar a esos grandes ídolos, y de ésta manera el ciclo de rock latinamericano concluye con todos los presentes unidos. Músicos, asistentes y organizadores confundiéndose entre abrazos y muestras de afecto por tan lograda jornada rodeados de ese patrimonio vivo de nuestra música contemporánea.
Concluyendo, envío mis felicitaciones y gratitudes al trio organizador compuesto por Andrés Tapia, Carlos Torres Rotondo y Christian Van Lacke por tan tremendo acierto, éstos ciclos de charlas de música deben repetirse y hacerse con mayor frecuencia en colegios, universidades e instituciones no solo de Lima, sino además, sostengo, deben enfatizarse principalmente en provincias.
Y en cuanto a una supuesta nueva presentación de Los Saicos, creo que debería hacerse de manera oficial y pública con cobertura de prensa, transmisión en vivo por el canal del Estado y en un recinto que congregue a más de 5 mil personas, como corresponde para un evento de ésta naturaleza. Recordemos que la saicomanía se ha extendido por todo el planeta y un acontecimiento como éste seguramente producirá una peregrinación masiva de seguidores de todas partes del mundo. Ojalá sea posible.

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