Poetas, poemarios

Vengo releyendo una edición facsimilar de 5 METROS DE POEMAS. Busco en la red la portada, cosa que así tengo me sirve de imagen de entrada para el artículo Poetas, poemarios de Abelardo Oquendo, publicado el último domingo en La República.

El artículo es sobre la antología consultada de poesía peruana del período 1968-2008, que estuvo a cargo de Carlos López Degregori, José Guich, Luis Fernando Chueca y Alejandro Susti.

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Los resultados de la encuesta a 137 “representantes calificados de nuestra comunidad literaria” para determinar qué poetas deben figurar en la antología consultada de la poesía peruana del periodo 1968-2008 que publicará la Universidad de Lima han sido, en buena medida, los esperados. Ninguna sorpresa mayor, salvo el hecho de que más de la mitad de los consultados desatendió el pedido de designar los 5 poemarios a su juicio fundamentales de esa etapa de nuestra poesía.

¿Cómo puede uno mencionar 20 poetas pero no 5 libros?”, pregunta un perplejo Peter Elmore. Y, en efecto, si se acepta hacer una lista de los 20 mejores poetas ¿por qué eludir ese otro listado, mínimo?

Sorprende también la dispersión de pareceres entre quienes hicieron el listado. En la encuesta, Watanabe tuvo el mayor número de menciones (101), pero apenas 27 anotaron un libro suyo en la lista de los fundamentales, y no el mismo (El huso de la palabra quedó en 3er lugar, con 17 votos, y Cosas del cuerpo en 4º, con 10). El 1er. puesto fue para En los extramuros del mundo, de Verástegui, y el 2º para Noches de adrenalina, de Ollé, con 23 y 19 votos, respectivamente, y el 5º para Perro negro, de Montalbetti, con 8. ¿Es más fácil elegir poetas que poemarios? ¿De quiénes no habla muy bien esto: de los poemarios o de los lectores calificados?