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En la madrugada volví a una película que
me gustó mucho durante los primeros años de mi adolescencia. En aquellos años
había cable y teníamos que estar pendiente de la programación de los pocos
canales disponibles. Y lo que recordaba de esta, la sensación recurrente: su
visión se mostraba agraciada e ideal en la tarde noche. Sin duda, se programaba
en ese horario por tratarse de una película apta para todos, en donde los
humanos, a cuenta de nuestro abuso y natural miserabilismo, tenían que enfrentar
la rebelión de los simios sometidos y esclavizados. La conquista del planeta de los simios (1972) de J. Lee Thompson. No
vi una obra maestra, pero cumplió con regresarme a mis años de impresiones
primerizas.
Y ahora al levantarme, y después de
desayunar, recibo el mail de una periodista, que quiere hacerme una entrevista,
pero le digo que no tengo nada que decir sobre el recuento. Al rato, recibo su
invitación de Facebook. Y comenzamos a hablar un rato por allí. Sigue insistiendo,
pero le digo que no. Pero me pide el favor que le responda al menos una
pregunta. Accedo a responderle esa pregunta: ¿Cómo calificas tu blog en el panorama
de la literatura peruana contemporánea? No lo pienso mucho, en parte porque sé
de la importancia de este blog, pero lucubro mejor la respuesta, una más
iluminadora: le digo que este blog es como la isla de Lost, es el corcho en la botella de vino, un corcho que eleva su
importancia cuando se voltea la botella, que impide que el vino se desparrame.
Y allí termina mi fugaz conversación con esta periodista, que a juzgar por sus
fotos es una niña que tarde o temprano se decepcionará del periodismo, solo
espero que sobreviva a la realidad.
Antes de ponerme a trabajar, regreso a
las páginas de una novela que en su relectura me muestra su lozanía, su digna
resistencia al paso del tiempo, El pudor
del pornógrafo de Alan Pauls. Fácil escribo de ella en los próximos días.
2 Comentarios:
aviso para el tío loco de las 15 y 30, que me escribe desde un estado rodeado de montañas:
a ver, tío loco, si yo fuera una rata, publicaría tu comentario, más su respectiva puesta en evidencia. pero no lo hago en respeto a tu obra (ficción inicial), cuyos ensayos me gustan mucho. eso, por la obra, porque como persona no pasas del vasallaje.
por ello, un tazón de valeriana para calmarse.
saludos
G
Es inevitable recurrir a Lost
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