pensamiento naranja
Ayer en la tarde, mientras caminaba con
una buena amiga chilena, de paso por Lima rumbo a su objetivo, Cusco, revisaba
de cuando en vez mi celular. Una noticia venía originando toda clase de
reacciones, muy pocas indignadas y la mayoría con tendencia a la burla. Le explicaba
a Verónica la peculiaridad incomparable de la política peruana, siempre
inclinada al ridículo involuntario, aunque lo de involuntario bien puede
significar un acto de generosidad de mi parte, cuando bien podríamos resaltar
la férrea esencia de la misma. Le relataba pues de algunas joyitas de la
tradición discursiva de nuestra clase política, corroborando en los ejemplos
recientes lo que su padre peruano le contaba de niña y que ella, por respeto al
sentido común, se resistía a creer.
Después de algunas horas, tras un breve
paso por la biblioteca del Centro Cultural de España, y de vuelta en casa, me
puse a revisar al vuelo las reacciones jocosas que veía en las redes sociales.
No era para menos y no hay que ser mezquinos, porque habría que reconocer que
ayer más de uno se rio a razón del congresista naranja Bienvenido Ramírez,
quien señaló en una sesión de la Comisión de Educación que “leer mucho” causa
Alzheimer.
Imagino que después de esta estupidez
monumental el congresista en cuestión, por lo mínimo, tendrá que pedir
disculpas a todos los peruanos que sufren esta enfermedad.
Pero tampoco debería sorprender la media
intelectual de nuestros padres de la patria, media intelectual capitaneada por
el partido político de mayoría congresal, que con Ramírez inaugura una nueva
veta en la intelectualidad naranja: el humor.
Me pongo a pensar, no solo en los
congresistas fujimoristas, sino en todo aquel simpatizante del fujimorismo, fujimoristas
que muestran un corte común, que no conoce de diferencias sociales: la
orgullosa ignorancia del pensamiento y una apuesta consciente por el
pragmatismo. Hago memoria, y me esfuerzo en ello, y trato de encontrar aunque
sea un fujimorista a quien pueda respetar intelectualmente, pero no, no lo
hallo por más buenagente que me ponga. Por ello, me preocupa la declaración de
Ramírez, quizá no estemos ante una muestra natural de la señalada esencia
naranja, sino ante el inicio de una estrategia que seducirá a muchos peruanos
de cara al 2021. En su ignorancia, y ahora conducida en la humorada, el
fujimorismo puede ser muy fuerte.
1 Comentarios:
Hasta ahora no lo puedo creer, aquel congresista debe disculparse con todas las personas víctimas de Alzheimer
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