tremendo huevón
La tarde de ayer domingo se vio
interrumpida por la última ocurrencia de Chiboliné du France, o ChdF a secas.
Aunque llamar ocurrencia a su acto no es más que misericordia para calificar lo
que a todas luces es una bajeza más del pequeño gigante del pensamiento progre
nacional.
Un par de amigos me pasaron el dato
sobre un insulto público de Chdf a Gabriela Ferrucci, conocida activista
feminista del Comando Plath.
¿Qué error pudo cometer para recibir una
mentada de madre del piquichón virtual de Verónika Mendoza? ¿Acaso le dio el
reporte de ventas de su novela? ¿Le comunicó que ya pasó el Hay Festival o que
es prácticamente imposible que dispute un repechaje para el próximo Bogotá 39?
¿A lo mejor la pequeña bestia se desató tras el último decreto de PPK: la
prohibición de la venta de Elévate Shoes importados de Irán? ¿Qué pudo pasar en
ChdF para portarse como lo que más crítica?
No nos referimos a una chispoteada
producto de la resaca dominguera, sino a la cruda radiografía de una cucaracha
que maltrata a mujeres y hombres que cometen el error de no pensar como él. El
diálogo y la discusión no están en su agenda autopromocional, menos cuando esta
se ve alterada por el señalamiento, en este caso la homofobia que no pudo
disfrazar de molestia e indignación.
Te equivocas, corriges. Se te pasa la
mano, pides disculpas. Eso es lo que hace la gente decente con capacidad de
autocrítica. Eso es lo que hace la gente que en verdad reconoce su error y lo
manifiesta en la misma dimensión de su ofensa.
Pero estamos hablando de ChdF, no nos
olvidemos. Solo ChdF supera a ChdF: pidió disculpas, pero a su modo. Su gracia
homofóbica sigue publicada y la mentada de madre a la activista también.
Esta pequeña bestia genera, una vez más,
un espectáculo de corral en las redes a razón de sus ofensas (ojalá mostrara
esa misma actitud matonesca con los editores estafadores a los que defiende,
por ejemplo; pero a estas alturas ya sabemos sus objetivos: critica lo que le
conviene).
Su post, su insulto, su falsa disculpa y
la renuencia a eliminar su post homofóbico son claras señales de la falsedad de
su discurso progre. “Vete a la conchadetumadre”, sinapsis verbal dirigida a Ferrucci,
activista que ha hecho más por el respeto a la Mujer que él en más de quinientos
estados de Face. Este tremendo huevón nos ha brindado el insumo en que sustenta
su postura de justiciero social: la incoherencia; también los elementos que
conforman el andamiaje de la pequeñez de su alma. Incoherencia y miserabilismo,
que al chocolatearse en el tazón de las abominaciones, nos arroja la mezcla de
su nula autoridad moral para las causas justas.
1 Comentarios:
No piensa borrar su post, por que no tenia tanta actividad, likes, hace tiempo si es que alguna vez lo tuvo
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