Galloso sobre Fujimori
Una vez, conversando con una pata, este me preguntó a quién odiaba. Yo no dudé en responderle: Alberto Fujimori. No sé si aún haya alguna mente (pensante, claro está) que pueda darle crédito luego de la última jugadaza que este tipejo acaba de hacer en Chile. Qué manera de burlarse una vez más de sus ingenuos seguidores con ese cuentazo de que postulará al congreso japonés porque de esa manera moverá sus influencias niponas en pos de la ayuda social para nuestro país. Que me disculpen los pocos lectores de LFDLS, pero no solo me da asco Fujimori, sino también sus seguidores, quienes encarnan a la perfección la estupidez y la desmemoria, que para mal atarantan a las nuevas generaciones de peruanos, tal y como lo hicieron los apristas con los incautos que se creyeron los supuestos logros de Alan García en su primer gobierno. Pero los que sí me generan una abierta repugnancia son esos patitas (hombres y mujeres) que desde una postura dizque política e intelectual reclaman ahora justicia social con un rollo remanido digno de un marxismo mal asimilado (qué paja sería que lean y estudien a Marx y así se ubiquen de una vez), canalizado a través de una globofobia que les impide recordar su apoyo abierto que durante casi diez años le prodigaron al ponja sinverguenza que nos tocó como presidente. Claro, una autocrítica no estaría nada mal, la autocrítica no hace ni más ni menos a alguien, pero pasar solapa, como si las huevas, sí que me es de una soberana conchudez puesto que si carecieron de ella en estos años en los que se ha recuperado la democracia, ¿qué harían si volvemos a esos oscuros años?, es lo que me pregunto ya que Perú es como Macondo, todo puede pasar.
Pues bien, como he estado revisando los blogs que linkeo (cosa que no hacía desde hace mucho, la verdad), me leí todos los post del blog de José Antonio Galloso, y en los archivos de junio encontré uno sobre ese personaje al que tanto "quiero". Un post corto pero furibundo, como tiene que ser con esa clase de sujetos que encarnan lo peor que tiene Perú: la viveza, la criollada, la pendejada. Sinónimos que solo en un país dañado moralmente pueden pasar como virtudes. Vale recalcar que ese post fue escrito antes del increíble fallo del juez chileno que dijo que por ahora no a la extradición de Fujimori. Lean, si gustan, la opinión de Galloso en Fujimori no es peruano ni japonés, es una alimaña asquerosa. Pienso lo mismo.
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