(Sospechas)
En la tarde anduve buscando un DVD de Julio Medem en el desorden de mi habitación. Después de años se me dio por volver a ver a mi amiga Emma Suárez en La ardilla roja. Sí, la mejor actuación de Suárez en toda su carrera, e indefectiblemente, el mejor trabajo de Medem (que me perdone Ana Torrent y su Vacas y que me perdone también Paz Vega y su Lucía y el sexo). Como tenía prendida la TV, pude escuchar y ver el despliegue de la CNN sobre una bomba que acababa de explotar en el metro de New York. La manera cómo los reporteros y comentaristas opinaban del suceso era un digno ejemplo de la paranoia y la psicosis de esa estela de pavor que aún sigue trayendo el 11 - S.
Hasta donde llegué a saber, hubo un muerto y veinte heridos. La causa: La explosión de una conducción de vapor subterráneo en el metro de NY. Y como no puedo dejar de ser un malpensante, pues me puse a asociar ciertas cositas puesto que en estos momentos se vive un furibundo cruce de ideas y propuestas en el congreso norteamericano. Como se sabe, está por aprobarse una ley que permitirá el retorno de las tropas norteamericanas de Irak, a lo mucho, a partir de mayo 2008. Y de llegar a aprobarse pues sería una vergüenza mundial de lo que siempre fue una aventura premunida de mentiras e intereses económicos del actual gobierno de Bush (por cierto, para los interesados, recomiendo la lectura objetiva de Contra Bush de Carlos Fuentes).
Hasta donde llegué a saber, hubo un muerto y veinte heridos. La causa: La explosión de una conducción de vapor subterráneo en el metro de NY. Y como no puedo dejar de ser un malpensante, pues me puse a asociar ciertas cositas puesto que en estos momentos se vive un furibundo cruce de ideas y propuestas en el congreso norteamericano. Como se sabe, está por aprobarse una ley que permitirá el retorno de las tropas norteamericanas de Irak, a lo mucho, a partir de mayo 2008. Y de llegar a aprobarse pues sería una vergüenza mundial de lo que siempre fue una aventura premunida de mentiras e intereses económicos del actual gobierno de Bush (por cierto, para los interesados, recomiendo la lectura objetiva de Contra Bush de Carlos Fuentes).
Como no pocos analistas independientes ya lo han hecho saber, se trata a todas luces de una cortina de humo. Recordemos que a la administración Bush y a sus chocheritas de la CIA les encanta, les aloca, les fascina jugar con el miedo. Ya les ligó en las elecciones presidenciales pasadas, además. Concuerdo con esta idea porque el jugar con el temor se ha vuelto un patrón del cual echan mano los responsables de la actual administración norteamericana cada vez que sienten que se les mueve el piso. Como una vez me lo dijo un amigo: “las coincidencias no existen en la literatura, ni mucho menos en la política”. Muy cierto.
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