Redondo
Creo que muchos ya no se acuerdan de ese jugadorazo que fue el argentino Fernando Redondo. Y no sorprende porque su alejamiento del fútbol no fue el idóneo para un deportista de su talla. Lesiones crónicas, en sus rodillas y tobillos, llevaron a que en el 2003 deje definitivamente el fútbol.
Redondo se dio a conocer con Argentino Juniors, pegó el salto a España fichando por el Tenerife y terminó su carrera en el A.C Milan.
Sin embargo, el club con el que marcó época, escuela y genialidad fue con el Real Madrid (1994 – 2000). Fuerza, elegancia y sobriedad en un estilo que indefectiblemente reflejaba el carácter de este jugador. Que yo sepa, jamás lo vi reclamando airadamente, jamás le escuché declaraciones fuera de lugar, nunca le noté aires de grandeza, etc.
Si la memoria no me falla, tengo presente algunos golazos de Fernando. Sin embargo, recuerdo muy en especial uno a Paraguay en las eliminatorias de 1993 para el mundial de USA 94, en pleno Defensores del Chaco. El encuentro era toda una carnicería gracias a las patadas y los codazos, ambos equipos luchaban por romper el empate 1-1, cuando faltando quince minutos para el término del partido, Fernando, todo enlodado, empieza a sortear diagonalmente a la defensa paraguaya, sin encorvarse, con la mirada levantada, y muy cerca del punto de penal le cruza la pelota a un matonesco José Luis Chilavert.
Fernando no era un jugador de muchos goles, pero sí de incontables pases gol. El gran 7 del Real Madrid, Raúl, jamás hubiera anotado tantos pero tantos goles a no ser por las “ayudaditas” del argentino. A estas alturas ¿quién puede olvidar esa pincelada ante el Manchester United, en Old Trafford, por el marco de los cuartos de final de La Liga de Campeones de 1999?
Un desborde por la izquierda a toda velocidad, el autopase con el taco que deja desairado al defensor inglés y un regalo preciso para un solitario Raúl que sólo tuvo que meterla y así sellar lo que es para muchos uno de los partidazos más memorables del más importante certamen de clubes del viejo continente.
Que hablen las imágenes.
El gol lo pudo hacer cualquiera, pero la jugada previa sólo la pudo realizar un verdadero elegido.
Redondo se dio a conocer con Argentino Juniors, pegó el salto a España fichando por el Tenerife y terminó su carrera en el A.C Milan.
Sin embargo, el club con el que marcó época, escuela y genialidad fue con el Real Madrid (1994 – 2000). Fuerza, elegancia y sobriedad en un estilo que indefectiblemente reflejaba el carácter de este jugador. Que yo sepa, jamás lo vi reclamando airadamente, jamás le escuché declaraciones fuera de lugar, nunca le noté aires de grandeza, etc.
Si la memoria no me falla, tengo presente algunos golazos de Fernando. Sin embargo, recuerdo muy en especial uno a Paraguay en las eliminatorias de 1993 para el mundial de USA 94, en pleno Defensores del Chaco. El encuentro era toda una carnicería gracias a las patadas y los codazos, ambos equipos luchaban por romper el empate 1-1, cuando faltando quince minutos para el término del partido, Fernando, todo enlodado, empieza a sortear diagonalmente a la defensa paraguaya, sin encorvarse, con la mirada levantada, y muy cerca del punto de penal le cruza la pelota a un matonesco José Luis Chilavert.
Fernando no era un jugador de muchos goles, pero sí de incontables pases gol. El gran 7 del Real Madrid, Raúl, jamás hubiera anotado tantos pero tantos goles a no ser por las “ayudaditas” del argentino. A estas alturas ¿quién puede olvidar esa pincelada ante el Manchester United, en Old Trafford, por el marco de los cuartos de final de La Liga de Campeones de 1999?
Un desborde por la izquierda a toda velocidad, el autopase con el taco que deja desairado al defensor inglés y un regalo preciso para un solitario Raúl que sólo tuvo que meterla y así sellar lo que es para muchos uno de los partidazos más memorables del más importante certamen de clubes del viejo continente.
Que hablen las imágenes.
El gol lo pudo hacer cualquiera, pero la jugada previa sólo la pudo realizar un verdadero elegido.
Imagen, Fernando Redondo
2 Comentarios:
Q magia por Dios. Y q aburrimiento es ver el partido entre Deportivo Quito y la U. César Vallejo... puf...
Baja más goles... :)
Ese gol lo grité. Gracias.
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