viernes, abril 21, 2017

monumental edición de la traducción en el perú

No me equivoco: estamos ante un proyecto editorial que debemos promover. Nos referimos a uno signado no por su valor comercial, sino por su valor literario y cultural. Por ello, lamentamos que la prensa cultural peruana no le haya prestado la atención que merecía. Pero dejaremos de lado los lamentos entendibles y apostemos por lo obvio: la celebración de su existencia, como bibliografía y como fuente de conocimiento.
Con los tomos VI, VII, VIII y IX de Antología general de la traducción en el Perú (Universidad Ricardo Palma, 2016) el poeta, catedrático, crítico y miembro de número de la Academia Peruana de la Lengua, Ricardo Silva-Santisteban, cierra un proyecto que lo califica, una vez más, como el Editor peruano por excelencia. Si hacemos memoria, una suerte de repaso forzado, no encontraremos editor que pueda igualar lo realizado por RSS. Tengamos en cuenta lo hecho en colecciones como El Manantial Oculto y Biblioteca Abraham Valdelomar, pensemos también en una edición reciente, los cinco tomos de Obra Completa de César Moro. Solo algunos ejemplos para sustentar lo dicho, si en caso broten inevitables cuestionamientos.
La edición que nos cita consta de cuatro libros, divididos en Poesía (2), Prosa Varia y Teatro, los cuales exhiben un eje común: la traducción en Perú durante el siglo XX. Entonces, basta imaginar la radiación a la que nos sometemos a cuenta de las tradiciones que se nos entregan. Nos enfrentamos a una gama de referencias que no solo pertenecen al siglo indicado, sino ante un amplio viaje literario y cultural. Pensemos en los tomos dedicados a la poesía, en el que hallamos traducciones de la poesía griega y latina, como de la china y japonesa. En otras palabras, asistimos a una escuela poética que parte de su fuente clásica hasta las grandes plumas de la poesía del siglo XX. Este viaje, no menos que psicotrópico para cualquier amante de la lectura, es una invitación a un plácido regreso, que como tal fortalece nuestras lecturas formativas. Además, prestemos atención a las polémicas que se incluyen: Entre un traductor Anónimo y E. A Westphalen y Entre José María Arguedas y el Padre Jorge A. Lira. Podríamos decir lo mismo del tomo dedicado al teatro, en el que encontramos la pieza anónima Debate de Incas, en traducción del quechua de Teodoro Meneses, que es también un periplo hacia las lecturas formativas, a saber, Corilla de Gerard de Nerval y Asesinato en la catedral de T. S. Eliot. En estos tres tomos percibimos un ánimo selectivo del antólogo y editor. Sabemos que hay muchísimas traducciones peruanas, pero la luz que nos deparan los textos elegidos nos ofrece la garantía que los pautó: la calidad.
Obviamente, cada lector ejerce su preferencia, por ello, puse atención especial al tomo IX, bajo el título de Prosa Varia. Podría creerse que estamos ante un tomo dedicado a la ficción, pero no, en su variedad se yergue su riqueza. Dividido en Ensayos, Crítica Literaria, Plástica, Historia, Memorias y Filosofía. Consideramos que de haber estado conformado solo por la ficción, no estaríamos ante la contundencia de este tomo. Si los otros tres venían rubricados por la vuelta a las fuentes, este se caracteriza por el viento de la novedad, es decir, el (re)descubrimiento de autores y tendencias disciplinarias, cosa que no podemos darnos el lujo de no agradecer. Al igual que los tomos precedentes, somos partícipes de la formación de sus traductores, entre los que podemos reconocer a varios conocidos, como Luis Loayza, Juan José del Solar, Jorge Puccinelli, Ciro Alegría, Mirko Lauer, Raúl Deustua, César Moro, Emilio Adolpho Westphalen, Manuel Beingolea, Javier Sologuren, Carlos Calderón Fajardo, Carlos Eduardo Zavaleta, RSS, Ventura García Calderón, Jorge Eduardo Eielson, Edgardo Rivera Martínez, Luis Alberto Sánchez, Iván A. Pinto, Oswaldo Gavidia Cannon, Francisco Miró Quesada, Augusto Salazar Bondy, Federico Camino, Manuel Moreno Jimeno, José Miguel Oviedo, Jorge Puccinelli, Guillermo Dañino, Augusto Salazar Bondy, Rosemary Rizo-Patrón…
Habría que citar también a algunos de los traductores de los otros volúmenes, es lo justo, entre los que encontramos a Antonio Cisneros, Javier Heraud, Marco Martos, Hildebrando Pérez, Leonidas Cevallos, Jorge Nájar, Ricardo González Vigil, Alberto Benavides, Ana María Gazzolo, Mario Montalbetti, Óscar Limache, Luis Rebaza Soraluz, Mariela Dreyfus, Eduardo Chirinos, Patricia de Souza, Violeta Barrientos, Carlos Arámbulo, Camilo Fernández Cozman, Martín Rodríguez-Gaona, Rubén Silva, Lucho Aguirre, Antonio de Saavedra, Alberto Valdivia, Miluska Benavides, Carlos Henderson, Renato Sandoval, Pedro Cateriano, Francisco Bendezú, Julio Isla Jiménez, Carlos E. Zavaleta, Alberto Escobar, Américo Ferrari, Edmundo Bendezú, Pablo Guevara, Cecilia Bustamante, Arturo Corcuera, Manuel Pantigoso, César Calvo y Luis Hernández.
Pues bien, esta publicación no nos libra de esta inquietud: ¿acaso no es hora de comenzar a hablar de una tradición de la traducción en el Perú? Además, RSS, de quien no puedo dejar de recomendar el imprescindible De los ideales de la traducción a la traducción ideal (Alastor Editores, 2016), nos hace actuantes de un legado con esta Monumental edición: las piedras angulares que permitirán un rastreo más detallado en esta potencial tradición, rastreo que debería conducirse en su inherente cauce valorativo (calidad textual). Claro, estamos hablando de una tradición de la traducción en el Perú que no despertará el entusiasmo de muchos, pero poco importa, puesto que bien sabemos que la exquisitez y la epifanía literarias pertenecen a los lectores privilegiados.

… 

En SB

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Buen texto, estimado Gabriel. Habría que rendirle homenaje al maestro Silva

1:01 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Bien dicho. Y como para muestra basta un botón, aquí van dos traducciones del sexto volumen:

http://isabelsabogal.blogspot.pe/2017/03/dos-traducciones-del-poema-chino-mas.html

8:51 a.m.  

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