contra la banalidad
Mientras espero la hora de un concierto
psicodélico en La Molina, en donde un amigo hará la presentación de su
poemario, me pongo a ordenar algunas publicaciones peruanas que he leído en
estos meses. El ordenamiento es necesario porque ya me estaba desbordando de
libros que tapaban los títulos que tengo por leer.
Entre las publicaciones encontradas,
hallo Manifiesto (Bardoborde
Editores, 2017) de Lourdes Rojas.
Leí el libro meses atrás y lo volví a
leer en este nuevo encuentro. Hablamos de una publicación que podríamos ubicar
en la galaxia de los libros objeto, y solo bajo este formato podemos encontrar
la coherencia que la autora exhibe en su discurso, que podríamos calificar de
híbrido, mas solo en la primera instancia de la apreciación, porque lo leído va
más allá de las abiertas fronteras del mismo. Por ello, no hay que hacernos
problemas sobre su pertenencia genérica y situarnos únicamente en la experiencia del texto. Eso es lo que hace
Rojas, escribir textos sin importarle su linaje, lo que permite la exhibición
de una libertad en la que hace uso de recursos poéticos y ensayísticos, mediante los que plasma una
clara actitud de denuncia personal contra la banalidad del ejercicio literario.
Si la autora hubiese optado por una
denuncia en un registro clásico, estaríamos ante un texto más. Entonces, en esa
apuesta ajena a las estrecheces de miras de los que andan por los caminos
seguros de la escritura, es que nos encontramos con un fuego discursivo que se
presenta en distintos ropajes de escritura. Como lector uno se pregunta qué
está leyendo y gracias a este extrañamiento ingresa a la experiencia literaria,
puesto que el lector siente los golpes (nada livianos, por cierto) en cuotas
lúdicas. Ese es el mérito mayor de la publicación, su extrañamiento sin
pretensiones, su hechizo verbal en la sencillez de la libertad creativa.
2 Comentarios:
Aquí hay que señalar que Toledo no entra en la categoría de intocable, porque también pesa sobre él una orden de prisión preventiva. El que se haya fugado es otra cosa. Más aún, ahora va a ser más difícil traerlo, porque sus abogados podrían argumentar que otro ex presidente y su esposa asistieron a todas las citaciones, no intentaron fugar cuando tuvieron la oportunidad, no solicitaron asilo en embajadas amigas y aún así los metieron presos. "Esa es la forma en que se maneja la prisión preventiva en el Perú", dirían y si a esto se añaden las aparentes filiaciones políticas del fiscal y el juez, traerlo va a ser extraordinariamente difícil.
creo q el anónimo confundió el post.
igual va
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