jueves, junio 06, 2019

parodia de sí mismo

Si tuviera alguna sugerencia, así esta no sea nada nueva, esa es la de alejarse de las redes sociales por algunos días. Sucede que este apego por la realidad virtual se ha convertido en el reemplazo de la vida real. Esa es la razón por la que vemos a tanto huevonazo enquistado en los caprichos del rebote y los likes. Pensemos en nuestros intelectuales/artistas, que sin importar la preferencia ideológica, demuestran una tierna incapacidad de conexión, a saber, con las vicisitudes de la vida política nacional. 
Me los imagino levantándose temprano, removiendo el café hasta la aparición del remolino amarillento, lucubrando el post del día mientras revisan al vuelo las webs de los diarios y revistas peruanos, a la caza del tema a canibalizar, haciendo filtro de lo que podría gustar más a la platea. Más de una vez me he preguntado cómo así una red social como Facebook ha calado tanto en la sociedad peruana. No hay que pensarlo más de la cuenta, la razón es más sencilla de lo que parece: Facebook es el refugio de la esencia chismosa del peruano sin importar su formación ni condición social. Da igual si lo dices abiertamente o en la valentía del Inbox, lo que se impone es la opinión antojadiza sobre cualquier asunto. Esto trae una consecuencia natural: el peruano de a pie no cree en el intelectual/artista, y de yapa, también se burla de este. Cómo no burlarse cuando estos nos ofrecen Setups diarios de indignación, en los que la chacota y la falta de calle van de la mano. En eso se ha convertido el intelectual/artista de estas tierras: en parodia de sí mismo.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal