dos novelas
Este 2017 va llegando a su fin y ya
podemos especular sobre cómo nos ha ido en cuanto a la producción novelística
local. Hemos tenido novelas que cumplían contando historias truculentas y
atractivas, como La segunda amante del
rey de Alonso Cueto; las que nos brindan un recorrido temático por la obra
forjada, pienso en Las orillas del aire
de Karina Pacheco y Destierro de
Alina Gadea, tampoco pasemos por alto el riesgo verbal de La sinfonía de la destrucción de Pedro Novoa, destaquemos también
la primera parte de Sustitución de
Jack Martínez y el esperado destape de Alejandro Neyra con El espía innoble. E imposible no consignar los títulos enfrentados
en un acalorado repechaje para erigirse como la peor novela del año: No tengo nada que ver con eso de Juan
Carlos Ubilluz y No somos nosotros de
Ricardo Sumalavia.
En estos últimos meses, en especial
durante las semanas de la FIL, fuimos testigo de una ausencia: la del narrador serio.
Pero lo que sí vimos fue al narrador entregado a la autopromoción y a la mentira
de su éxito. Lo que el narrador peruano tiene que saber es que el verdadero
lector es muy intuitivo para detectar la atorrantada, por eso es implacable en
su castigo: sus libros no se venden. Además, si cada Like fuera un comprador
potencial, estaríamos ante epígonos de Renato Cisneros, quien cumple con Dejarás la tierra, pero a la que no podemos
equiparar con su novela precedente.
Dos novelas que me entusiasman: Esta casa vacía de Marco García Falcón y
Quién es D´Ancourt de Carlos Arámbulo.
La primera apela a la tersura narrativa y a la linealidad argumental, mientras
que la segunda a la densidad en la prosa y a la complejidad temática. Transitan
distintos caminos pero convergen en la parcela del dolor generacional. Nos
hallamos ante novelas escritas desde la vergüenza anímica y la autodestrucción,
en franco testimonio de que si se pretende narrar, no hay que guardarse nada. Léanlas.
…
Publicado en Caretas
4 Comentarios:
Y nada sobre el libro peruano más reseñado del año (La Procesión Infinita). Ajá. Y así dices que lees libros y no personas.
?
de esa novela ya me ocupé
De las que has mencionado en tu post también ya te ocupaste, lo que sucede es que eres totalmente inconsecuente con lo que pregonas, por no decir que eres brutalmente posero. Es que eso ya todos lo sabemos.
jajaja: "de las que has mencionado ... también ya te ocupaste"... bien dicho
:)
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