"el futuro es una máquina que nunca se acaba"
De las novelas
peruanas publicadas el año pasado, una que apareció a fines del mismo despertó
mi atención: El futuro es una máquina que
nunca se acaba (Alfaguara) de Erick Benites.
Benítez debutó en
la década anterior con Caja negra, un
sugerente libro de cuentos que se nutría de los referentes de la cultura
popular. De aquella experiencia a esta su última novela, es posible percibir el
trabajo del autor en cuanto a la morfología de la prosa, expuesta en una claridad
que como tal no deja de destacar por su peso
anímico, cualidad difícil de lograr y que es producto de una febril
reescritura.
En principio nos
hallamos ante una novela generacional, aquella comprendida entre el segundo
lustro de los 80 y el curso de los 90. Acierta Benites con mostrarnos un
mosaico emocional que parte de un nihilismo existencial, del que el autor se
sirve para entregarnos tres protagonistas (el narrador protagonista, Mauricio y
Javier) cómplices en cuanto la dimensión amical pero que a la vez entran en
conflicto por saber de la muerte de uno de ellos (No Spoiler), entre otras
inquietudes de la edad, signadas por la frustración social (aunque no dicha, lo
cual es meritorio porque si en algo brilla Benites es precisamente en un claro
divorcio del mimetismo del lugar común, detalle en el que resbalan no pocos
exponentes peruanos últimos).
Benites conduce su
novela mediante la sugerencia. Todos los conflictos que presenta yacen en la
especulación de lo que pudo haber pasado, y no solo sobre la muerte de
Mauricio, sino también indaga en el impacto que suscita en el narrador
protagonista (y los otros) el cáncer
que aquejó a su padre. En otras palabras, los conflictos parten de los
personajes para insertarse en el lector, convirtiéndolo en un cómplice en pos de
una verdad que lo cuestiona, es decir, en una experiencia literaria y humana
que sería bueno ver con más frecuencia en la narrativa peruana de los últimos
tiempos, que ha caído en un aburguesamiento imbécil teñido de urgencias
frívolas.
En su brevedad, El futuro es una máquina que nunca se acaba
dice mucho más de lo que expone. Benites cuenta una historia, pero esta no es
más que un pretexto, en sus páginas la que se lleva los aplausos es la poética condensación
de su escritura. Hay que estar atentos a lo próximo que haga Benites. No
importa cuánto tiempo demore en publicar.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal