listas
No esperaba postear nada hasta el
próximo año, pero la conmoción que suscitan los Premios Luces me obliga a salir
de mi zona de confort (relecturas) para brindar algunas palabras esclarecedoras
al respecto, si es que a alguien le interese mis palabras, como siempre tan
saludadas y denostadas. Pero bueno, a lo que iba y para ello me valgo de la
pregunta que me hizo el joven narrador Bebé Sinclair en la mañana, mientras
disfrutaba de un sabroso pan con chicharrón en el local Palermo de Balconcillo:
«¿cuán serios son estos premios del Comercio?».
Los Premios Luces, lo sabemos, son una
tremenda cojudez, pero como tal no menos atractivos para sus protagonistas. No
importa lo imbécil que pueda ser la metodología del galardón, lo que seduce es el lucro emocional y eventualmente económico que se pueda sacar ni bien el
autor lee su nombre entre los nominados. Urge madurez para manejar los
vaivenes del fugaz estrellato, una gotita de desahuevina sería ideal en esos
momentos que sientes tocar las nubes y, en tal posición de privilegio, ver a la
recua que la suda para sobrevivir. Pero ya vemos que las artes del buen
comportamiento sucumben ante las redes de la huachafada bienintencionada
(prefiero pensar que es así), detalle del que son conscientes nuestros autores,
que sabiendo de los peligros del mal gusto, son suicidas y se hipotecan sin más
al ruego de votos, a las dádivas de Likes y los oscuros misterios del rebote.
No hay que ser un dotado de la deducción:
nos hallamos ante una mentira. Sin embargo, en esta ocasión la farsa, a
diferencia de años anteriores, está delatada por el apuro en la confección de
las listas, porque eso es lo que prefiero pensar y no (me aferro a la
ingenuidad) en negociados llevados por lo bajo. En la confección de listas
resulta imposible dejar contentos a todos, no hay suficientes presas para tan
alta demanda, pero al menos un poco de responsabilidad (repaso al vuelo de lo
más destacado, tiempo que no demanda más de tres bocados de pan con chicharrón
del Chinito) podría suscitar el acontecimiento: que estén los que merecen
estar, al menos hacer el intento.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal