jueves, noviembre 24, 2016

defensas

Sorprende la doble moral, o involuntaria estupidez estratégica, de la clase letrada local. Muchos de estos seres defendían hasta hace no poco a Nadine Heredia, en especial un tipo conocido como acosador de mujeres.
Ayer, mientras desayunaba, veía cómo los otrora promotores humalistas despertaban de su idiotez para hundirse todavía más ella, defendiendo a esta ex Primera Dama, argumentando que no tenía impedimento de salida del país y que, en tal hecho, era un sinsentido llamarla prófuga.
Legalmente nada le impide dejar el país, eso, lo sabemos.
Por ello, no deja de sorprender la doble moral. Estos defensores, que salen de sus cavernas cada vez que la superioridad moral de la izquierda es cuestionada, aducen razones legales que justifican la salida de Heredia del país para ocupar un cargo en la FAO. Si uno no fuera como ellos y si uno fuera un ingenuo que creyera en la buena voluntad de los intelectuales peruanos, podríamos estar de acuerdo, no habría nada que objetar a la señora Humala. Pero no es así, cuando a la intelectualidad local le conviene, piensa y razona con el culo, porque lo que está visto, y no voy a insultarme la inteligencia, es que estamos ante un acto de criollada, que a diferencia que vemos a diario en el país, el de ahora viene siendo defendido por la llamada clase letrada local, el bastión moral de este país de sátrapas y sinverguenzas. Solo una pregunta: ¿Acaso Nadine Heredia está calificada para ejercer un cargo en la FAO? U otra: ¿Han averiguado quién es el mandamás de la FAO? Y de yapa: ¿Sabe nuestra clase letrada lo que está ocurriendo en Brasil y sus posibles implicancias en la política peruana? 
Entonces, por qué hacerse los huevones ante lo evidente. Por favor, damas y caballeros de la República Letrada, a dejar de lado el consumo de orégano, primero, y luego, apliquen lo que no: la coherencia intelectual.

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