jueves, agosto 30, 2018

pacheco / quiñonez


Felizmente, la poesía (peruana) no está en las redes sociales. No hay que dejarnos llevar por lo que vemos en ellas: las payasadas de algunos personajes, la mentira relacionista de los recitales, los inútiles conversatorios de casi tres horas, el negocio de parecer de los colectivos/grupos/manchas, entre otras cosas peores. No, cachorro, allí no está la poesía, así te mueras por salir etiquetado en alguna lectura pública al lado de poetas que detestas en la valentía de tu privacidad o desde la trinchera de tu cuenta virtual, tú escoge nomás.
La vida real nos arroja otra experiencia “en poesía”, parafraseando a Santiváñez, que prefiero en lugar a la que sucede en las pantallas.
Por eso, voy a lo que me importa, aunque sé que esta actitud no me garantizará la revelación del instante poético: la lectura del texto, el poemario.
Como tengo una inevitable reunión en esta mañana de jueves, feriado para más señas, me gustaría sugerir la lectura de dos poemarios de autores (relativamente) jóvenes. Ojalá guste y no. De eso se trata: no encontrar el punto de encuentro, la zona de la miseria y del olvido. En las opiniones confrontadas descansa la riqueza de todo libro.
La arquitectura del humo de Jhonny Pacheco, voz a la que hay que prestar más atención. Su poética exige (vaya lujo en estos tiempos en que los poetas exhiben una cultura tallada por el mal gusto) un lector entrenado, que como tal no asegura su valoración positiva, pero sí un acercamiento honesto. Además, ya es hora de expresar la sentencia: la “crisis” de la poesía peruana del nuevo siglo es reflejo también de la deficiencia de su lector. Ya lo dijo Chus Visor: “cualquiera no puede leer poesía”. El otro poemario: Matacaballos de Ana Carolina Quiñonez. En esta ocasión la autora nos hace olvidar sus dos incursiones anteriores, pautadas por la búsqueda temática en estado de pasmosa ingenuidad. Ahora, con más seguridad en la dirección del tópico, Quiñonez entrega una propuesta que se erige hasta el momento como la más llamativa en lo que va del año. Madurez, nervio y sensibilidad, elementos potenciados en su aparente sencillez. 
Dos poemarios que se diferencian de las vacuidades discursivas con sabor a teoría que signan a las últimas publicaciones locales. Búsquenlas.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

¿Qué otros poemarios leíste aparte de los mencionados? se han publicado varios libros, tanto de Paracaídas como de otras editoriales del género poesía como "El libro de los fuegos infinitos" de James Quiroz entre otros interesantes.

10:30 p.m.  

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