a. merini
En estos días regreso y también vuelvo a
descubrir la poética de la italiana Alda Merini.
Cuando me sumergí en las páginas de Delito de vida. Autobiografía y poesía
(Vaso Roto, 2018), recordaba muy poco (casi nada) de lo que en su momento leí de
ella. Al respecto, no tengo problema alguno si acepto que esta vendría a ser la
primera vez que la conozco (la experiencia sobre la memoria). Como fuere, lo
importante es que escarbo, por el momento, principalmente en su vida, signada
por la tribulación y la tragedia. Entre las fatalidades que le sucedieron,
estuvo la de haber pasado cerca de veinte años en manicomios. Se entiende que
no era una mujer normal, pero no en
el sentido de mostrarse contraria a las imposiciones sociales de la sociedad
italiana de mediados del siglo pasado, sino que a diferencia de muchos
artistas, a Merini poco o nada le importó curarse de sus traumas y pesares, a
saber, no huyó de las peligrosas parcelas de la hipersensibilidad. La futura
poeta encontró la justificación vital en la práctica poética, no como medio,
sino como fin. Y claro, se dedicó a vivir y afrontó en esa determinación lo bueno
y lo malo. Vida y poesía en una sola actitud, no como complemento una de otra.
Ojalá la puedan conocer más.
Releerla si es el caso.
En la red hay mucha información sobre
esta poeta a disposición del interesado. Ojalá alguien pesque esta
recomendación.
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