viernes, junio 21, 2019

"reseñas"


Leo algunos libros beneficiados por el programa Estímulos Económicos del Ministerio de Cultura. Algunos bien justifican su lectura, en cambio otros me hacen pensar en que no existe rasgo alguno de calidad, los cuales me generan sospechas razonables sobre los criterios de los jurados calificadores. Como fuere, ya habrá tiempo para escribir de ello, sea por aquí o en los otros espacios de opinión que dispongo.
Mientras avanzaba en la lectura de uno de estos libros que valen la pena, ingreso un toque a las redes, para ver cómo van las cosas en nuestro pueblito literario. Y veo, para variar una vez más, una secuencia de vivezas que ya se han vuelto práctica normal.
Pensemos pues en las “reseñas”.
No vamos a negar que en este circuito todos se ubican y no tendríamos que extrañarnos que entre autores y comentaristas exista una proximidad amical. No es culpa de nadie que el reseñista tenga amigos talentosos, como tampoco habría que alarmarnos de la genuina amistad del autor con el comisario de ocasión. Ese no es el problema. Lo que sí es cuestionable es que no se mencione esta relación cuando circulan los textos valorativos. Este fenómeno lo veo más en la poesía que en la narrativa, puesto que en ella cunde el ego sobredimensionado y engañado, que convierte en mera flatulencia el que vemos en narrativa.
La canción es así: X comenta el poemario de Y, que “está de la putamadre…”.
Me parece paja que se escriban de poemarios y de la situación actual de la poesía peruana, pero una dosis de franqueza no vendría nada mal, hasta podría reprimir nuestra tendencia a pensar mal.
Este tema da para más. Prometo volver a tocarlo. 
Mientras tanto, me reencontraré con la discografía de Elliott Smith.



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