magisterio mvll
Acabo de leer “El hombre de negro”, el
cuento que Mario Vargas Llosa ha publicado en Letras Libres.
Si aún no lo has leído, entra aquí.
Imposible no entusiasmarse con la
inquietud vital de este hombre de 83 años, que sigue produciendo, manteniendo
una calidad y mostrando en el discurso de la ficción una maestría de la que
cualquier interesado podría aprender sobre cómo contar una historia. Este tipo
de gestos, alejados del escueleo imbécil, me dicen más de la persona de lo que
se habla de ella. Hay pues una actitud de humildad a la hora de poner en
bandeja los elementos creativos con los que se trabaja. Lo suyo no tiene nada
que ver con el caletismo cojudo de aquellos que siendo jóvenes escriben con la
arrogancia de quien anhela imponer a lo bestia una referencialidad.
La revelación es la otra seña de este
cuento. No solo basta la maestría de la ejecución para ser parte de la
experiencia de literaria, sino también es necesaria las dosis de verdad que pueda transmitir el texto.
Vargas Llosa enseña.
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